lunes, 13 de agosto de 2007

Historia del Transantiago

La siguiente historia corresponde al cambio que ha provocado el nuevo transporte público (Transantiago) en una persona, que sale de los parámetros normales, un discapacitado.
Su nombre es José Urrutia, jefe de hogar de una familia que la compone, junto a él, su esposa y sus dos hijos, de 10 y 15 años. Trabaja como ayudante de contabilidad, en la firma Silva asociados, ubicado en calle Moneda, en pleno centro de Santiago. Él al igual que muchas personas de situación económica media, trabajaba para sostener a su familia. Cuando un lamentable accidente automovilístico, lo dejó con secuelas de por vida. Él no pudo ni podrá caminar nunca más, siendo dependiente de una silla con rueda.
Esta situación lo condenó de por vida, pese a eso según lo expresado por él, salió adelante y logró retener su empleo.
Producto del accidente don José debió invertir mucho dinero en operaciones tratamientos, entre otos.
Él vive en su casa propia, ubicada en la población Rooselvelt, comuna de Pudahuel.
Hace siete años que se moviliza en su silla de rueda, me contaba que en un comienzo era casi imposible salir de su domicilio sin que lo acompañase alguien, ya sea su mujer, sus hijos, sus amigos y cercanos. Para llegar a su trabajado debía ser llevado por dos personas de confianza, mientras uno lo sujetaba, el otro debía juntar la silla de rueda y subirla a la micro.
Todos los días la misma rutina tenían a don José prácticamente abatido, él mencionó que muchas veces pensó en abandonar el trabajo, pero que la necesidad fue mayor.
El problema con las micros amarillas fue terrible, nunca le paraban. En ocasiones debió esperar bajo la lluvia, debió esperar a que alguien se apiadase de su estado para que detuvieran la micro y lo ayudasen a subir a ella. Además me explicó que estuvo tres meses pagando un taxi y que incluso pagaba a un conocido, para que lo transportara al trabajo. Pero no pudo seguir derrochando el dinero así, y debió por obligación seguir movilizándose en micro.
Él cuando supo del Tansantiago se motivó al creer en los planes de éste y todas las comodidades que tendría.
Al preguntarle que es lo que pensaba, me señaló que costó para que saliera a flote, pero que se ha logrado, quizás no del todo pero algo se ha hecho.
El nuevo plan ha permitido a don José poder movilizarse solo, ya que posee una rampa que permite subir a personas discapacitadas con silla de ruedas.
En las primeras semanas, “pensaba lo mismo que más de la mitad de los santiaguinos, pero ahora me alegra que el gobierno accediera a hacerlo”, señaló.
El troncal c407 con dirección a Pudahuel, han logrado que don José no derrochara dinero en transporte privado., y poder vivir tranquilo con su familia.
Al hablar con el chofer del troncal que transportaba a don José, el señor Carlos Arias. Me pude percatar que lo conocían bastante bien, me contó además que antes él veía como don José pasaba horas en el paradero esperando micro, y a alguien que lo ayudase, pero ahora es como si fuese una persona normal.
Cuando le pregunté a don José que pensaba de todo lo malo que hablaban del Transantiago, él me respondió con una sonrisa: “el chileno es una persona de costumbres, y espera que en unos años más todos estarán al igual que yo feliz por tener un transporte digno”.
Así don José, se transporta como una persona normal, el troncal lo deja a dos cuadras de su casa y a un par de cuadras de su trabajo.

2 comentarios:

Alfredo Sepúlveda dijo...

1. Sí es una historia. Así que felicitaciones.
2. La ortografía no es mala. Es HORRIPILANTE. La redacción también. Tienes tantos errores, y tan impresentables, que no sé qué decirte. Esto está tan mal escrito que la historia se pierde en un mar de horrores que van desde "en la firma Silva asociados, ubicado en calle Moneda" ("la firma", "ubicadO") hasta "Al hablar con el chofer del troncal que transportaba a don José, el señor Carlos Arias." (la frase no termina).
Con todo, hay una buena historia aquí, y un interesante esfuerzo de reporteo, pero si no mejoras esto en forma urgente, no se va a notar el buen trabajo que hiciste.
Te recomendaría, eso sí, que contaras más pronto que Transantiago mejoró la vida de este señor. Esa es la diferencia y la cuentas cuando la historia está a punto de terminar.

Alfredo Sepúlveda dijo...

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